Llegue a Florencia, cuna del Renacimiento, por la noche, apenas había gente por la calle y pocos turistas, el hostal estaba muy cerca de la Piazza del Duomo, y aunque hambrienta no pude resistir la oportunidad de ir a contemplar la catedral. Elegantemente iluminada resaltando cada detalle, incluso la luna casi llena le daba la puntilla perfecta al momento.
Mañana estará lleno de turistas y viajeros a sí que me quedaré un rato disfrutando del primer encuentro con Florencia y su hermosa catedral.
Una sabrosa ensalada de mozzarella en L’ Osteria La Bistecca en la Piazza della Repubblica una de las esquinas de la plaza de la República, antes de irme a dormir.
Al día siguiente, y ya descansada, comienzo el recorrido por Florencia con la visita a cúpula de Brunelleschi.
La cúpula de Brunelleschi
Lo primero es dejar la mochila en la consigna de equipaje, algo totalmente obligatorio antes de visitar todo el complejo del Duomo, es decir, la cúpula, la catedral, el baptisterio y el campanario. La consiga se encuentra en la Piazza Doumo número 38, justo en la parte de atrás de la catedral. Allí hay que dejar todo lo que sean mochilas, maletas de menos de 25k, trípodes para la cámara y similares, el servicio es gratuito y lo guardan muy bien. No hay que extraviar el papel que te dan para la recogida de las pertenencias.
Con el móvil en el bolsillo y la réflex colgada del cuello, me dirijo hacia la puerta de entrada y subida a la cúpula.
Con un innovador diseño de Filippo Brunelleschi abovedando la cúpula sin soporte, fue construida entre 1420 y 1436. Brunelleschi tuvo que crear e inventar máquinas para su propósito, siendo además pionero en la maquinaría aérea, una plataforma fija en altura, lo que garantizaba la seguridad de los trabajadores, así como su eficiencia. Reforzó los pilares de soporte y las estructuras, e hizo cuatro gradas semicirculares, de las cuales dos aún se encuentran allí y es posible verlas durante la subida y el recorrido. Seis grandes estatuas del siglo XVI en la grada noreste, en la grada opuesta, una pequeña exposición con algunas de las máquinas de la construcción.
La cúpula, de base octogonal con una estructura de piedra y ladrillo, un diámetro exterior de 54,8 metros y uno interior de 45,5 metros. Con dos cúpulas, externa e interna unidas por 24 nervaduras (estructura en forma de arco para soportar y distribuir el peso de una bóveda), meridianas y 10 paralelas. La subida de 467 escalones discurre entre ambas estructuras. En forma de espigas los ladrillos y la cúpula revestida de terracota con 8 nervaduras en mármol blanco que convergen hacía el ojo superior sobre el que se levanta la linterna, la torre de mármol de 21 metros de altura, que con su peso contrarresta el empuje de la cúpula interna, construida en 1446, después del fallecimiento de Brunelleschi. Una gran bola que en su día fue de oro puro, culmina la linterna, 1471.
467 altos y estrechos escalones de vértigo para llegar hasta la cúpula pasando entre las dos bóvedas y así admirar la belleza transformada en pintura, no podía dejar de observarla boque abierta, se me hizo un nudo en la garganta y se me saltaron las lágrimas, ahora entiendo el síndrome de Stendhal.
Hay un pequeño balcón circular bordeando la cúpula el cual permite tener asombrosas vistas de 360 grados de toda Florencia. Apoyada en la barandilla, observo la multitud y el gentío en las calles, muchos esperan para entrar en la Catedral, otros pasean, otros están sentados tomando algo. Alzo un poco la vista, los rojizos tejados de las casas, las buhardillas, los patios de los áticos todo está lleno de un entrañable ambiente que me hace sonreír. Un poco más a la izquierda la Iglesia de Santa María Novella destaca con su campanario, y justo detrás el Arno deja verse tímidamente. Camino despacio por el balcón observando el resto del panorama hasta que la guía nos indica que debemos empezar a bajar para que pueda subir otro grupo.
Es bastante conveniente sacar el ticket para subir a la cúpula con antelación. Yo reservé uno en tiqets.com que incluía el Campanario de Giotto, la Ópera del Doumo, la Catedral y el Museo de Santa Reparata. Con la flexibilidad de 3 días para hacer las visitas, excepto la Cúpula que ha de ser en el día y hora solicitado. GetYourGuide también es un sitio excelente para reservar la visita. Visita guiada al Duomo con subida a la cúpula.
El aroma y el sabor del capuccino acompañado por el crujiente croissant frente a la catedral es el complemento perfecto para reponer fuerzas antes de continuar.
Catedral de Santa María del Fiore
Una obra maestra del primer Renacimiento italiano y del arte gótico. Símbolo del poder y la riqueza de la ciudad en los siglos XIII y XIV; Santa María del Fiore, que significa lirio, icono de Florencia y el nombre original de la ciudad, Fiorenza.
Con unas medidas de 160 metros de longitud, 43 de ancho y 90 en su nave transversal, comenzaron a construirla bajo el mando del arquitecto Arnolfo di Cambio en el siglo XIII. Fue el escultor y arquitecto Giotto quien retomó la construcción de la catedral al fallecimiento de Arnolfo, diseñando además el campanario. Andrea Pisano y Francesco Talenti, prosiguieron tras la muerte en 1337 de Giotto, finalizando la construcción en 1359. Oculto bajo el mármol blanco de Carrara, el rojo de Siena y el verde Prato, quedó el estilo gótico, dando paso al estilo romano. La terminación definitiva de la catedral la realizaron Filippo Brunelleschi y el orfebre Lorenzo Ghiberti. Además de la cúpula, Brunelleschi esculpió las estatuas del Doumo.
La fachada fue destruida por Bernardo Buontalenti, el arquitecto de los Medici por mandato del Duque Francisco I de Médicis ya que , al parecer, no estaba a la moda del movimiento del Renacimiento, 1587/1588. Se conservaron algunas esculturas que pueden verse en el Museo de la Ópera del Duomo, justo detrás de la catedral. Decidieron hacer un concurso para el diseño de la nueva fachada en 1864, Emilio de Fabris propuso un proyecto con mármoles verdes, blancos y rojos que estuviera en consonancia con el campanario de Giotto y el baptisterio, resultando ganador y terminando todo el conjunto en 1876.
Bajo el suelo de la catedral, se muestran los restos de la antigua basílica, en la Cripta de Santa Reparata, donde también está la tumba de Brunelleschi, descubierta a mediados del siglo XX.
Al observar cada detalle de la fachada y de todo su exterior, ya que es casi imposible dejar de mirarla, parece que esperaba que su interior fuera algo similar, pero no, no fue así. Es un sencillo espacio con paredes y columnas lisas sin ningún tipo de ornamento ni pintura, lo más destacado aparte del punto desde donde se puede ver la cúpula desde abajo, es el reloj mecánico en la parte superior de la puerta principal construido por Angelo Niccolai degli Orologi y colocado en 1442.
Siguiendo la Vía dei Calzaiuoli que se encuentra a la izquierda de la Catedral situándome frente a ella mirando a la fachada principal, llego a la Piazza della Signoria, donde el imponente Neptuno realza con mirada serena el lugar.
La fontana de Neptuno
La primera fuente de Florencia, biancone, el gran blanco, como se la conoce popularmente por la excelente blancura del mármol. Rodeado por tres tritones y dos deidades marinas, Doris Oceánide y su hija Tetis, el alza majestuoso tirado por cuatro caballos, el dios del mar, Neptuno. Los escultores Bartolomeo Ammannati y Giambologna fueron quienes crearon la fontana entre 1563 y 1565.
Piazza della Signoria
Centro político, civil e histórico de Florencia, además de una de las plazas con un ambiente muy agradable.
En la era del Imperio Romano, había un centro termal en la piazza, sin embargo al comienzo de la Edad Media desaparecieron las termas y los artesanos y mercaderes fueron tomando la plaza. Su forma actual fue adoptada a mediados del siglo XII, y pavimentaron el suelo a finales del siglo XIV. Durante todas las épocas ha sido el centro del poder de la ciudad.
Situándome frente a la fontana de Neptuno, a la izquierda el Palazzo Vecchio, y junto a él la Logia. Unos pocos metros a su izquierda y frente al Palazzo Vecchio, una réplica del David en el mismo lugar donde antaño se encontraba la original, y muy cerquita, casi escondido el grabado oculto de Miguel Ángel.
Palazzo Vecchio
Las puertas abiertas invitan a entrar al patio del Palazzo, arcadas, columnas exquisitamente talladas y preciosos frescos en el techo. En las paredes paisajes de las ciudades del imperio austriaco, ya que el patio fue decorado por la boda entre Juana de Austria, familia de los Habsburgo, y el príncipe Giovanni de Medici en 1565. La decoración la realizó Vasari, sin embargo, del diseño del patio se encargó el arquitecto Michelozzo, basándose en el del Palazzo Medici, el cortille. Conocido también como Palazzo della Signoria, y catalogado como el museo de la historia de Florencia, ya que la política, la cultura y el arte de la ciudad se simbolizan en su torre de 94 metros de altura. Es centro del poder de Florencia desde siempre. Se encuentra en el lugar donde antaño hubo un teatro romano del que aún es posible ver algo en el subsuelo.
Cosme I de Médici, amplió y decoró el palacio junto a Vasari y Buontaleni. Florencia fue capital de Italia seis años, de 1865 a 1871 exactamente, por lo que el palacio se convirtió en sede del gobierno hasta nuestros días, ya que actualmente es el Ayuntamiento. A Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti, les encargaron pintar dos escenas gloriosas de la historia militar de Florencia en el Salone del Cinquecento, en el primer piso del palacio y la sala más grande. Dichas escenas eran de la Batalla de Cascina , 1364 y de la de Anghiari en 1440, pero ninguno terminó la obra. Decorada con 42 casetones de otros momentos importantes de la historia de la ciudad, como la ampliación de las murallas en la Edad Media y la fundación de Florencia en la era romana. En el centro de ambas escenas, Cosme I aparece triunfante como señor de la ciudad y de todos los terrenos circundantes. Hay auténticas obras de arte en el salón como el Genio de la Victoria de Miguel Ángel.
El grabado oculto de Miguel Ángel
Antes de entrar en la Loggia dei Lanzi, me acerco a ver un pequeño grabado ya estropeado por el paso de los años, un escueto rostro realizado por Miguel Ángel.
Se cuenta que por esa época un hombre siempre estaba en esa esquina por donde Miguel Ángel pasaba cada día, el hombre al verlo comenzaba a burlarse de él. Un día al comenzar las burlas, Miguel Ángel se paró en frente a él y sin decir nada empezó a tallar su cara, sin mirar en ningún momento la piedra, aquel hombre asombrado se marchó y nunca volvió a esa esquina.
La Logia
Posiblemente el sitio de Florencia en donde la definición de museo al aire libre adquiera su significado más profundo, la Logia de de Señoría o Logia de los Lanzi, ( lanceros) ya que el lugar era protegido por solados suizos en vísperas del Renacimiento. También conocida como Logia de los Priores.
La atestada piazza no impidió que disfrutara de las exquisitas esculturas. Sus amplios arcos de piedra se abren a la plaza como una gran ventana al mundo que desea sin descanso mostrar su preciado arte. Dos imponentes leones custodian y reciben al viajero que desea contemplar las esculturas. El de la izquierda lo esculpió en 1598 Flaminio Vacca para la Villa Medici de Roma, más tarde, en 1789, lo trasladaron a la Logia. El de la derecha pertenece a la época romana. En primera línea las dos más famosas, el Rapto de las Sabinas a la derecha y mi preferida, Perseo a la izquierda.
Realizado en un sublime aunque imperfecto mármol blanco de Giambologna. El rapto de las sabinas representa el legendario episodio sucedido en Roma alrededor de mediados del siglo VIII a.C. en el cual Rómulo invitó a los sabinos a una fiesta. Mientras transcurría la celebración, los romanos raptaron a sus mujeres para convertirlas en sus esposas y de esa manera asegurar la supervivencia de la ciudad.
Rodeo en la medida de lo posible la escultura observando que puede verse igual desde todos los lados, debido a que las figuras están representadas sin un punto de visa dominante, mide 4 metros de altura. Fue llevada a la Logia a petición de Francesco I de Medici en 1583.
Al otro lado de la Logia, el semidios e hijo de Zeus y Dánae, Perseo con la cabeza de Medusa, la única Gorgona (monstruo que convertía en piedra a todo el que la miraba) mortal. Castigada por Atenea, pues cautivó a Poseidón quién abusó de ella en el templo de Atena, la diosa de la estrategia y la sabiduría, decidió castigar a Medusa transformando su pelo en serpientes. El rey de Serifós, Polidectes, se enamoró de Dánae y Perseo era un estorbo. Engañó a la gente del pueblo diciendo que se iba a casar con la princesa Hipodamía, hija de Enomao, y pidiendo regalos. A Perseo le pidió la cabeza de Medusa pensando que moriría.
Una fabulosa escultura en bronce encargada por Cosimo I de Medici y realizada por Benvenuto Cellini. Fue llevada a la Logia en 1554. Hay una representación de Júpiter, Minerva, Mercurio y Dánae en el pedestal.
Construida como lugar de ceremonias públicas entre 1376 y 1382. A partir del siglo XVI, la era del Gran Ducado de la Toscana, pasó a ser una demostración del poder de los Medici. Incluso las esculturas fueron elegidas para representar y afirmar un significado político.
Ponte Vecchio
Atravesando la Piazzale degli Uffizl, junto a la Piazza della Signoria, llego al Ponte Vecchio. Las aguas del río Arno pasan tranquilas bajo el puente. Algunas barcas con turistas navegan despacio. Las ocres y naranjas de las fachas configuran una bonita armonía con el verde oscuro de las ventanas de las joyerías. Es media tarde y el cálido sol forma un bonito contraluz que realza aún más la belleza del Puente, apoyada en el muro, paso un rato mirándolo.
Las resplandecientes joyas de los escaparates contrastan con la antigua madera de las construcciones de las tiendas. La gente se agolpa en los cristales a ojear lo que posiblemente para muchos sea solo una ilusión. Yo también me acerco a curiosear aunque reconozco que prefiero otras cosas a las joyas.
El adoquinado suelo de piedra obliga a mirar de reojo al suelo.
Una seria y molesta expresión de Benvenuto Cellini en una escultura de busto aproximadamente en el centro del puente, justo frente a uno de los arcos, dirigiendo la mirada no tengo claro hacia donde. No me gustan los bustos, y personalmente creo que lo podían haber puesto en otro lugar, es un puente demasiado hermoso como para poner un busto aunque sea del maestro Cellini.
Construido en 1345 en lugar de un puente mucho más antiguo que destruyó una crecida del Arno.
Desde siempre ha albergado viviendas y tiendas, principalmente carnicerías. En el siglo XVI los Medici se trasladaron al Palazzo Pitti, muy cerca del puente. La olor de la carne les molestaba de tal manera que Fernando I, una máxima autoridad en la ciudad en esa época, echó a los carniceros y los sustituyó por joyeros y orfebres, permaneciendo hasta hoy en día. Los Medici querían ir desde su nueva vivienda a la antigua sin ser vistos por el pueblo. De modo que Cósimo I el gran duque de Florencia y cabeza de familia, le encargó a Vasari que construyera algo para ese propósito. El arquitecto diseñó un pasadizo secreto conocido como El Corredor Vasariano, con un kilómetro de largo. Cinco meses bastaron para que los Medici pudieran ir de un palacio a otro ocultándose de la gente del pueblo. 1565.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Burgassi, un orfebre enfermo al que los soldados alemanes le permitían pasear por el puente, pudo desconectar las bombas que estos habían colocado para destruirlo antes de su retirada de la ciudad, así que gracias a ese buen hombre podemos disfrutar del magnífico Ponte Vecchio.
Una de las mejores vistas del Ponte Vecchio es desde el puente Alle Grazie, especialmente a la caída del sol.
El olor a pizza empieza a darme hambre, regreso a laPiazza della Signoria a degustar una de las más típicas, la Margarita.
Mientras me tomo un capuccino observo la activa vida que hay en la piazza, atestada de gente, viajeros, grupo de turistas, carros de caballos, banderitas de colores de los guías que dan las explicaciones pertinentes de la Loggia, El Palazzo y la Fontana de Neptuno. Gentes casi luchando por un espacio en el cual inmortalizar el momento con el móvil y las cámaras.
Creo que pasaré la tarde en el parque Michelangelo. Un magnifico punto de observación de todo el centro de Florencia, el Arno y sus puentes, un momento mágico a la caída del sol.
Tras pasar por el Ponte Vecchio, y continuando por la Via de Bardi junto al río, llego al parque y mirador Piazzale Michelangelo.
Parque Michelangelo
Verdaderamente es, para mí, el mejor lugar para contemplar Florencia desde una perspectiva sublime. El rojo de la cúpula de catedral sobre sale al fondo, a su izquierda el campanario, que desde aquí parece casi tan alto como la cúpula, de nuevo a la izquierda, los 94 metros de la torre del Palazzo Vecchio indican que justo de bajo esta la piazza della Signoria. El sol empieza a descender lentamente cubriendo algunas partes de los antiguos edificios de un naranja cálido que también baña el Arno y los puentes. Las escaleras están atiborradas de gente que observa el gran momento. Aquí hasta el sol se oculta con un aire renacentista.
Lo construyeron en honor a Miguel Ángel, el maestro del Renacimiento, cuando Florencia era capital de Italia en 1869, la idea que tuvieron era la de convertir el parque en un museo reuniendo las estatuas de artista en la logia del parque. Alberga una réplica del David y una cafetería, el proyecto del museo nunca se realizó.
Regreso al centro atravesando el puente Alle Grazie y así seguir disfrutando del ponte Vecchio un rato más, ya cuando es prácticamente de noche.
Cenaré algo en el restaurante Perseo y me iré a descansar.
Ya cerca del hostal oigo bastante buen ambiente en la plaza de la República, y como he de pasar por ella para ir al alojamiento veré que ocurre. Ya puedo escuchar los acordes
Country Roads, take me home
To the place I belong
West Virginia
Mountain Momma, take me home
Country roads
es Take me home de John Denver, y que en este momento un artista callejero, rodeado de gente, turistas y viajeros, que se han unido a cantar, canta a ritmo de guitarra la famosa canción. Me uniré también a ellos.
Me quedo un rato más escuchando a Alfjo Greco, el nombre que pone en el cartel del artista y me voy a dormir.
Piazza de la República
Me levanto temprano, las calles y plazas aún no están invadidas. Me siento en un coqueto café de la Piazza República a desayunar. Es una plaza cuadrada que aparentemente no tiene una gran belleza, pero a mí me encanta.
El núcleo y el corazón de Florencia desde la era romana. En su centro la Columna de la Abundancia como símbolo donde se cruzan las calles Cardo y Decumano, las principales calles de la antigua ciudad romana. Convertida en el centro del comercio desde la Edad Media, y en donde se encontraba el mercado al que llamaban Viejo, justo en donde están los pórticos del Caffé Gambrinus. El periodo en el que Florencia fue capital de Italia, la plaza se restauró con amplios espacios y cafés. Tan solo conservaron la Columna de la Abundancia, el resto lo derrumbaron construyendo palacios, tiendas exclusivas y el arco triunfal que en su parte superior se lee: El antiguo centro de la ciudad de secular desolación a vida nueva restituido. Siendo desde entonces la Plaza de la República.
Uno de los puntos más famosos desde antaño es el café Giubbe Rosse, en donde todavía se citan intelectuales y literarios.
Desde la piazza, camino por vía Calimata hasta la piazza della Signoria para continuar por la Borg de’Greci junto al palazzo Vecchio hasta la piazza San Croce en donde se encuentra la Basílica di Santa Croce. Me encanta callejear por Florencia.
Basilica di Santa Croce
La iglesia franciscana más grande del mundo. Vinculada a San Francisco de Asis, patrón de Italia desde 1939.
Los primeros amigos de Francisco llegaron a Florencia en 1209, la ciudad entonces, estaba en pleno crecimiento y desarrollo. Muchos agricultores dejaron los campos y se fueron a aldeas; entre estos, los frailes franciscanos, que se asentaron en la orilla norte del río Arno. Al proclamar en 1228, santo a Francisco, empezó a hablarse de la basílica dos años después. La magnífica basílica, en su vocación a la memoria, se convirtió en el Panteón de la nación; el primer templo funerario de los franciscanos, además de las familias ricas de la zona.
Losas de mármol blanco empotradas en el suelo de terracota. El subsuelo de la basílica guarda unas 250 tumbas. No existían los cementerios en la Edad Media, como los conocemos actualmente, por lo que enterraban a los fallecidos en iglesias y conventos y solo unos pocos se podían permitir la lápida con el nombre del difunto. En un principio, las tumbas era para los franciscanos que habían tenido cargos de importancia en la Orden y a los que dedicaron su vida al servicio de Florencia. Con el tiempo, se enterraron más y más miembros de familias adineradas que contribuyeron considerablemente a la construcción de la basílica. Dada la importancia que cada vez más iba asumiendo la iglesia, en 1933, fue elevada a Basílica, un elevado rango honorífico.
Las altas columnas acabadas en arcos apuntados ambos lados hacen de pasillo hasta llegar al impresionante altar mayor, con las paredes cubiertas de hermosos frescos representando la Leyenda de la Vera Cruz de Agnolo Gaddi. Rematado con fabulosas vidrieras.
La Basílica di Santa Croce guarda unas 4.000 obras de los siglos XIII y XX.
Pronto serán las doce, y tengo que estar unos 15 minutos antes en la Piazza di San Giovanni, frente a la puerta de la Loggia del Bigallo, el punto de encuentro con el guía para el Free tour que he contratado sobre el Museo y el Baptisperio. Camino algo apresura hacía en lugar, para encontrarme con la chica de Accord Italy Smart Tours & Experiences. No aparece nadie más, así que el tour lo haré solo con la guía.
Nos dirigimos primero al Museo.
Otro sitio donde contratar las visitas es Get Your Guide: Duomo, Baptisterio y campanario de Giotto con acceso sin colas. Cúpula de Brunelleschi y al Duomo
El museo del Doumo
El lugar donde se conservan las obras maestras originales que han estado presentes durante siete siglos decorando los magníficos monumentos de Florencia. 720 años de historia en unas 750 obras de arte. El Museo se fundó en 1891 y fue ampliamente restaurado en 2015. 6.000 metros cuadrados en 28 salas en tres plantas. Uno de los museos más importantes del mundo. Museo del Duomo.
La primera sala que visitamos es donde se encuentran las sublimes Puertas del Paraíso.
Las Puertas del Paraíso, de Lorenco Ghiberti
Perfectamente bien protegidas con grueso cristal, las maravillosas Puertas del Paraíso en bronce dorado me asombran con su radiante belleza y por la magnificencia de los grabados. Comprendo que las pusieran en el lado Este, frente a la fachada y entrada de la Catedral en lugar de en el lado Norte del Baptisterio para donde fueron inicialmente diseñadas. Sus diez grabados representan los pasajes del Antiguo Testamento. Se leen de izquierda a derecha y de arriba abajo. Empezando con Creación de Adán y Eva, y siguiendo con Caín y Abel, Noé, Abraham, Isaac y sus hijos Jacob, José, Moises, Josué, David y Salomón. Las puertas tienen una altura de 5 metros, con un ancho de 3 y un grosor de 11 cm, su peso es de unas 8 toneladas. Creadas por Lorenzo Ghiberti entre 1425 y 1452.
En un pequeño y casi oscuro espacio, no muy lejos de las Puertas, una las últimas obras del maestro.
Pietà o Piedad de Miguel Angel
Fue una de las últimas obras de Miguel Angel, la diseño como un monumento para su entierro. Para identificarse con Jesús, represento su autorretrato como en el rostro del hombre que lo sostiene. Una obra que realizó entre 1547 y 1555 dejándola incompleta.
Siento un ligero estremecimiento de emoción al encontrarme tan cerca de una obra de Miguel Ángel, ya que no está protegida por ningún cristal ni por ninguna otra cosa.
Subimos al piso superior.
Losas del lado oeste de la Torre del Campanario de Giotto, Andrea Pisano
Con unas medidas de unos 80cm de alto, 70cm de ancho y 13 de grosor; narran el origen del hombre y sus primeras actividades. Son relieves que representan a Dios creando a Adán y Eva, Jabal ( comenzó el pastoreo trashumante, con tiendas móviles para poder seguir los pastos para el ganado) y los comienzos del pastoreo, Jubal( se le atribuye la invención de instrumentos musicales como la flauta, hermano de Jubal) y el nacimiento de la música, la embriaguez de Noé o el nacimiento de la viticultura. Losas en mármol esculpidas por Andrea Pisano y sus ayudantes entre 1334 y 1348, y que en su origen se encontraban en el lado oeste de la Torre del Campanario de Giotto.
Otros tesoros del Museo del Duomo
Otras maravillas que descubrí en el museo son algunos de los andamios originales que se utilizaron en la construcción de la Cúpula de Brunelleschi. Resulta increíble que con esos bloques de madera hicieran algo tan espléndido. O el coro alto que se encontraba en el muro sureste de la cruz encima de la Sacristía de los Canónigos en la Catedral. Albergaba en órgano y los cantores durante la misa. Los relieves son ángeles niños alegres cogidos de la mano que hacen vibrante y luminosa la espiritualidad de los ángeles al cantar.
El baptisterio
Una obra maestra del romántico italiano frente a la Catedral y el antiguo centro religioso y civil de Florencia.
De planta octogonal y con 25,6 metros de ancho sobre el que se levanta un techo prismático compuesto por los mismos lados. En mármol blanco y verde, con 3 puertas ( las originales están conservadas y pueden verse en el museo del Duomo, las expuestas son réplicas) y 24 ventanas. En su interior entablamentos entre pilares sostenidos por columnas, un segundo nivel era para las mujeres. Antaño se creía que era un templo pagano dedicado al Dios Marte, que lo habían convertido en iglesia. El monumento que actualmente podemos ver, fue consagrado en 1059 por el Papa Nicolás II, resultado de la remodelación del baptisterio del siglo IV-V.
El impresionante mosaico que cubre el techo, actualmente en restauración, data de 1225 cuyas obras de arte son de venecianos desconocidos. Posteriormente trabajó en ellos Cimabue, pintor de mosaicos e iniciador de la escuela florentina del Trecento ( siglo XIV de la tradición artístico italiana). La cubierta se inició bajo la dirección del monje franciscano Jacopo da Torrita, no se completó hasta el siglo XIV.
El mosaico está representado en tres secciones: un gigante y Cristo con los ángeles del juicio a ambos lados, el Juicio Final. A la izquierda de Cristo, los castigos de los condenados y a su derecha los salvados dejando sus tumbas.
Sin embargo, lo que me causó mayor interés y que me hubiera encantado ver más de cerca, es lo que hay bajo el Baptisterio, según me contó la guía, esos restos de suelo que se dejan ver entre las trampillas, pertenecen a la misma época que la ciudad de Pompeya, al parecer hay todo un mundo ahí abajo.
Las puertas del Baptisterio
Diseñadas por Andrea Pisano en 1329.
Las Puertas Sur las pusieron inicialmente mirando al Duomo, pero en 1452, las trasladaron a su lugar actual. Tardaron seis años, terminándolas en 1336. 28 paneles de los cuales los 20 superiores representan la vida de San Juan Bautista, patrón de Florencia. Pisano buscó la narración y redujo los paneles de forma que cada episodio estuviera a la altura de los ojos del observador.
Fue un joven de 23 años llamado Ghilberti quien ganó el concurso en 1401 del diseño de las Puertas del Norte. 28 paneles en bronce en los que en 20 de ellos se cuenta una escena del Nuevo Testamento, algo que le costó concluir 21 años.
Tal dedicación le hizo ser muy reconocido, con lo que le encargaron las Puertas del Este en 1425. Trabajando arduamente durante 27 años y superándose, estas puertas en bronce dorado, narran algunas escenas principales del Antiguo Testamento. El maestro Miguel Ángel al verlas, las definió como las Puertas del Paraíso, nombre que perdurará siempre.
Cuando contemplo obras como estas, tan exquisitamente elaboradas al detalle, llenas de pasión y perfección, me planteo porque actualmente no se hacen obras así, seguramente el motivo sea que somos de otra época, de otra generación y que sencillamente ahora se hacen otras cosas. Pero queda el consuelo, por así decirlo, de tener la oportunidad de ver de cerca todas esas obras sublimes que antaño hicieron los grandes de esos tiempos de puro Arte.
Entradas y horarios al museo, baptisterio, catedral y cúpula
Junto a la catedral se alza el campanario.
El campanario de Giotto
Con 85 metros de altura y 15 de ancho, la construcción del campanario, se inició en 1334 de la mano del arquitecto Giotto. Es parte del conjunto que forma el Baptisterio y la Catedral, y una de las máximas expresiones del gótico florentino. Para evitar que tapase la futura cúpula de la catedral, Giotto la diseñó apartada del edificio. Las labores de construcción las continuó Andrea Pisano tras el fallecimiento de Giotto, y la obra la concluyo Francesco Talenti. En mármol blanco, rojo y verde tal como ésta el Baptisterio y la Catedral. Los relieves y esculturas fueron creadas por los mejores escultores de Florencia, tales como Pisano, Donatello y Lucca della Robbia. 400 son los escalones que hay que subir para llegar a lo alto y disfrutar de las vistas de 360 grados, al igual que en la cúpula.
La Piazza del Duomo
Centro religioso de la ciudad, corazón de Florencia, y en donde está la Catedral de Santa Maria del Fiore, el Campanario de Giotto, y el Baptisterio.
Una supuesta línea entre la vía Calzaiuoli y Martelli, la divide en dos, con la piazza San Giovanni en la que se encuentra el Baptisterio. Originalmente la piazza del Duomo, se encontraba fuera de las murallas romanas y en el norte de la ciudad primitiva. En la época paleocristiana y con la fundación del Baptisterio, el centro religioso se fue trasladando cada vez más al norte incluyéndose en el segundo círculo de las murallas. Entre 1971 y 1972, realizaron unas excavaciones en las que encontraron un tramo de las murallas, parte del suelo y algunos restos de edificios entre la zona del Baptisterio y el Duomo. Antaño la piazza era más pequeña el Palazzo Vescovile estaba junto al Baptisterio. La construcción de la catedral a finales del siglo XIII, provocaron que se tuviera que demoler varias casas dejando el espacio necesario para el templo y el campanario. Aún puede escucharse el insulto O Bischero relacionado con la familia Bischeri que se negaba a vender su casa para dejar espacio a la catedral, y que curiosamente fue destruida por un incendio.
Siempre recordaré ese capuccino en la piazza del Duomo, embelesada observando la catedral.
Me he apuntado para esta tarde a un free tour llamado El lado oscuro de Florencia, leyendas y misterios. Suena muy bien a ver que tal está, es a las 19:30 por lo que tengo tiempo de comer tranquila y reposar un rato.
El lado oscuro de Florencia, leyendas y misterios
He llegado un rato antes a la Piazza Santíssima Annuziata y todavía no veo ningún paraguas verde, el que lleva el guía para el free tour. Pronto aparece la chica, se presenta y comienza el recorrido de algo más de hora y media.
Comenzado por la historia de Fernandino I que puede verse a lomos de un caballo en el centro de la piazza, y sus aventuras amorosas así como prácticamente todas las del resto de los Medici y su familia enemiga los Pazzi, de entre los que aparecen además de amoríos, asesinatos y traiciones. Las buchettas o ventanas del vino, repartidas por todo el centro histórico de Florencia, consistentes en pequeñas ventanas con puertas que se utilizan para vender el vino, algo que gracias a Cosme I de Médici, Gran Duque de Toscana, fue posible ya que permitió a los agricultores vender el vino que elaboraban, 1559. Hasta principios del siglo XX que se tapiaron. Durante la pandemia de Covid de hace unos años, muchas de ellas fueron reabiertas, lo que les permitió poder vender alimentos, bebidas y helado. En uno de los laterales de la Catedral, cerca de la puerta de entrada para subir a la Cúpula, hay en el suelo una especie de parche de acero, que a pesar de no ser pequeño pasa desapercibido, pero todo tiene su historia. Ese parche es el resultado de una noche oscura que solo era iluminada por los grandes rayos y los estruendo del relámpago. Uno de ellos dio de lleno en la gran bola de oro puro que había encima de la cúpula, rompiéndola y haciendo que cayera de golpe en el suelo. Los vecinos alertados salieron de sus casas para ver que había ocurrido, con espanto y asombro vieron miles de trozos de oro macizo desperdigados por el suelo, que se apresuraron a coger sin miramiento ninguno. Esa noche de tormenta, arregló la difícil vida de esos tiempos a más de uno. La bola dorada que hay actualmente no es de oro, y tiene un para rayos.
El free tour me gustó mucho más de lo que pensaba.
Free Tour El lado oscuro de Florencia, leyendas y misterios
Florencia, la cuna del Renacimiento
Florencia es mundialmente conocida como la cuna del Renacimiento, un periodo con un gran florecimiento artístico tanto cultural como científico. Se convirtió en el epicentro del movimiento, sobre todo en los siglos XIV y XV gracias a la familia Medici muy rica en economía y comercio, invirtiendo enormes cantidades de dinero en embellecer la ciudad con palacios, obras de arte e iglesias, lo que atrajo a grandes artistas como Miguel Ángel, Botticelli y Da Vinci entre otros. Florencia, fue clave para el humanismo, el movimiento que promovió la cultura clásica, romana y griega, creando una nueva forma de pensar. Crearon innovaciones, nuevas técnicas artísticas en la pintura como la perspectiva, perfeccionaron al detalle la escultura produciendo además, un auge en la experimentación científica y convirtiendo la ciudad en un museo al aire libre que siempre perdurará. Florencia fue el hogar de grandes maestros como Brunelleschi, Miguel Ángel, Masaccio, Boticelli, Pisano, Leonardo da Vinci, dejando un sello incomparable en la ciudad.
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Que grandes recuerdos nos trae Florencia, es una ciudad maravillosa. Tenemos ganas de volver, pero leyendo el artículo, ya nos ha entrado más ganas.
Es super completo!! Piazza della Signoria y los museos, de lo mejoer.
Saludos!!
Hola, me alegra que os haya traído buenos recuerdos, es una de mis ciudades favoritas de Europa.
Saludos!!
Qué relato tan envolvente y bien hilado. Empieza con ese primer vistazo nocturno al Duomo —luz, mármol y luna— y ya no suelta: del vértigo íntimo de los 467 escalones de Brunelleschi al placer terrenal de un capuccino con croissant frente a la catedral. La crónica alterna precisión histórica (Ghiberti, Giotto, Vasari, Cellini) con escenas vivas —la Piazza della Signoria en ebullición, el Arno dorándose al atardecer, el coro improvisado en la Piazza della Repubblica— y logra lo que toda buena guía debería: orientar sin quitar magia.
Brillan las pequeñas perlas: la consigna del Duomo (¡qué útil!), el “síndrome de Stendhal” en la cúpula, el grabado travieso de Miguel Ángel, las vistas desde Piazzale Michelangelo, y ese “lado oscuro” que añade leyendas, buchette del vino y relámpagos que hacen caer bolas doradas. El paseo por el Museo del Duomo es ejemplar: Puertas del Paraíso, Piedad tardía y losas de Pisano explicadas con claridad y cariño.
Resultado: una ruta completa, sensorial y muy práctica que invita a p
Muchas gracias por tu palabras Héctor, me alegra mucho que te haya gustado tanto. Un abrazo
Impresionante Florencia!! Su Belleza y Riqueza te Enamora. Impecable su descripción. Tan cercana y auténtica que realmente transitas el lugar. Gracias💙✨️💫