20 Lugares imprescindibles que todo viajero debería visitar. Parte 1

El mundo está lleno de lugares increíbles, sitios magníficos que nos asombran con su belleza de la que en muchas ocasiones ni siquiera sabemos cómo explicar. Junto con 19 Travel Blogger he seleccionado 20 lugares imprescindibles que todo viajero debería visitar, buenas ideas para viajar en el próximo 2024.

Construcciones extraordinarias como los Templos de Angkor Wat, Petra, Abu Simbel, Machu Pichu o Lalibela en Etiopía.

Islas paradisiacas a las que todos soñamos con ir, otras provocadas por la gigantesca erupción de un volcán hace miles de años y otras que aguardan misterios que conllevan a cuestionarse preguntas aún sin resolver.

Montañas magníficas, ríos de aguas frescas y cristalinas, cascadas asombrosas, extensos prados, densos bosques, fiordos, parajes que atraen sin descanso a los más aventureros y amantes del senderismo.

Contado en dos partes. En la primera descubrimos algunos de los sitios más asombrosos de Asia, África, Oriente Medio , Grecia y los museos del Vaticano.

En la segunda parte viajamos por los Alpes albaneses y los Berneses, España, iremos a una de las islas más lejanas, cruzaremos el gran charco y visitaremos  Sudamérica además de una de las maravillas geológicas más impresionantes de EEUU.

Yo pondré mi granito de arena llevándoos a un lugar increíble.

Asia

En el continente asiático pasearemos por el pueblo Nong Khiaw en el norte de Laos y disfrutaremos de sus miradores con Laura de Travelling to live. Exploraremos uno de los mayores complejos arqueológicos con 1.000km cuadrados  en medio de la jungla de la mano de Héctor, Yolanda, Izan y Joel.  Y haremos un treeking por las terrazas de los arrozales de Batad en Filipinas acompañados de Enrique de Consejero Viajero.

Nong Khiaw, Laos, sudeste asiático

Laura de Travelling to Live

Nong Khiaw, la maravilla más subestimada del sudeste asiático.

 Nong Khiaw es un pequeño pueblo ubicado en el norte de Laos que destaca por su espectacular naturaleza. Mucha gente no lo incluye en su itinerario por “falta de tiempo”, pero yo creo que es más bien desconocimiento, ya que está a solo unas 3 horas de Luang Prabang y es realmente una maravilla. Cuando llevas mucho tiempo viajando, llega un punto que los lugares te sorprenden mucho menos y, aunque los disfrutas, generalmente no sientes tanta emoción como las primeras veces. Pero después de algo más de 5 meses viajando por el sudeste asiático, llegando a Nong Khiaw en una furgoneta con cero comodidades, volví a sentir esa emoción de felicidad completamente plena; no habíamos llegado y ya se me estaba cayendo la lagrimita de la emoción. Y es que los paisajes son realmente ¡espectaculares!

 Una vez en Nong Khiaw lo mejor que podéis hacer es subir a varios de sus miradores (tiene muchísimos y cada cual más increíble), dar un paseo por el pueblo, yendo desde la zona local hasta la más turística repleta de bares y, para aquellos que os guste madrugar, disfrutar del ambiente local y tan auténtico de su mercado. Además, ¡se come de maravilla!

Mis spots favoritos de Nong Khiaw fueron:

– Mirador Nang None: ubicado en la parte local del pueblo con unas vistas increíbles de todas las montañas que lo rodean. Además, nosotros fuimos a primera hora y estuvimos completamente solos.

 – Mirador Phadeng Peak: ubicado en la zona turística del pueblo y, por lo tanto, el más conocido, pero vale 100% la pena. Las vistas son una maravilla y al atardecer es realmente espectacular. Eso sí, os lo encontraréis repleto de gente.

– Puente de Nong Khiaw: puente que separa la zona local de la más turística y con una imagen preciosa del río que atraviesa el pueblo.

Pero hay muchísimos más miradores y senderos que podéis añadir si disponéis de más tiempo para recorrer Nong Khiaw. Nosotros estuvimos dos días y nos quedamos con muchas ganas de más. Así que, sin ninguna duda, Nong Khiaw es todo un imprescindible que ver en Laos y me atrevería a decir que incluso ¡de todo el sudeste asiático!

Templos de Angkor, Camboya

Hector de Los Viajes de Hector y Yolanda + Izan y Joel

Cuando nuestros compañeros de Lugares y Otras Curiosidades nos pidieron este post colaborativo lo tuvimos claro, lo más maravilloso que hemos visto en este mundo después de casi 60 países visitados han sido los Templos de Angkor, en Camboya, la mezcla perfecta entre unos yacimientos arqueológicos fascinantes devorados por la naturaleza salvaje, invadidos por árboles de unas dimensiones realmente descomunales, fusionando de este modo selva y el arte hasta conformar una unidad que es ya indivisible y que dota a Angkor de una belleza incomparable y única.

Los Templos de Angkor es un complejo de más de 1000 km² en medio de la jungla de Camboya, el mayor yacimiento arqueológico y el mayor complejo religioso del mundo, ya que posee más de mil estructuras distintas entre restos de instalaciones hidráulicas, cientos de esculturas y bajorrelieves y 287 templos, que muestran cómo era la vida de sus habitantes en la capital del reino jemer entre los siglos IX y XV, en pleno apogeo del imperio.

Para que os hagáis una idea de sus dimensiones, Angkor fue la ciudad más grande del mundo hasta la revolución industrial, con más de 1.000.000 de habitantes, con una superficie como la de Los Ángeles, mucho más grande en extensión que la actual Nueva York.

Cada año, más de 2.000.000 de personas se desplazan hasta aquí para alucinar con lo que queda de este imperio jemer, las ruinas de los Templos de Angkor, una maravilla que requiere un mínimo de dos días para ser visitada, aunque lo más sensato sean tres días de visita, pero perfectamente da para una semana.

Para visitar los templos de Angkor es necesario tener un vehículo, bicicletas de alquiler, la manera más lenta de hacer la visita; alquilar un tuk tuk si sois dos; o un coche o furgoneta con conductor para realizar un buen itinerario o plan de visitas.

Un consejo, a pesar de hacer acopio de información de guías, webs, o blogs de viaje, dejaros aconsejar por vuestros conductores para realizar el itinerario y elegir qué templos visitar, pues son ellos los que conocen a la perfección el terreno, los templos, las distancias, etc.

Existen dos circuitos para recorrer Angkor, que aparecen en los mapas y planos: el Circuito Corto,  tiene unos 18 kilómetros de extensión mientras que el Circuito Largo son alrededor de 26 kilómetros, pero hay algunos templos muy interesantes y realmente bellos fuera de esos circuitos, a bastante distancia, de ahí que recomiende tres días completos para visitar los Templos de Angkor.

Arrozales de Banaue y Batad, Filipinas

Enrique de Consejero Viajero

Si recuerdo un paisaje por encima de los demás es este, las terrazas que forman los arrozales de Banaue y Batad en la isla de Luzón, Filipinas.

Fue un trekking de dos días agotador, pero mereció la pena, estas terrazas tienen cerca de 2000 años, fueron construidas por los antepasados de los indígenas de Batad.

Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995 y también son la “Octava Maravilla del Mundo”.

Conseguí llegar hasta Batad caminando con unos viajeros alemanes y un guía que nos acompañó durante todo el camino, el paisaje era espectacular, muy verde, con riachuelos, mucho bosque, alguna cascada, etc…

Es increíble ver como el guía va con chancletas de playa y yo bien equipado con calzado de trekking y el lo hizo sin problemas y a mi me salió una ampolla, nos quedamos alucinados.

Hacer noche en Batad es preciso, dormir con aquella calma… que recuerdos, amanecer en el hostal con aquellas vistas, respirar aire puro, desayunar con vistas a los arrozales, que pasada.

Actualmente creo que se puede llegar a ellas sin caminar tanto, las infraestructuras han avanzado mucho ya que cuando yo fui estaban haciendo una carretera, esto les dará facilidades a los locales, pero también lo masificará y le quitará encanto.

Por el camino te encuentras con gente que va a comprar a Banaue, al médico, niños que van al colegio, etc… se les veía bien, sin cara de cansancio, al hacerlo prácticamente todos los días están acostumbrados.

Si visitas a visitar el norte de la isla de Luzón en Filipinas este es un trekking de los obligados a hacer, te recomendamos que vayas bien equipado, calzado, ropa, agua, algo de comida para coger fuerzas, gorra o sombrero para cubrirse del sol y crema solar, si tiene anti-mosquitos pues mejor ya que abundan en la zona.

Espero que este trekking te guste tanto o más que a mi, recuerda que Filipinas no son solo playas paradisiacas, hay mucho más que descubrir, como ellos dicen, it´s more fun in the Philiphines.

África

Continuamos hacía África, donde Montse de Mis chicos y yo nos lleva a Marruecos a visitar Volubilis una antigua ciudad y la más importante de la era romana en la región.  Iremos a la tierra de los faraones a visitar Abu Simbel con Javi y Carmen de Viajes y rutas. De ahí bajaremos a Etiopía a ver Lalibela unas iglesias de los siglos X y XIII talladas en la rojiza roca basáltica acompañados de Olga de My lifetime journey.  Finalizaremos relajándonos en las playas de las Sychelles junto a Tomás de Viajero Crónico.

Volubilis, Marruecos

Montse de Mis chicos y yo

Volubilis, a pocos kilómetros de Meknes, es un destino imprescindible en Marruecos. Se trata del yacimiento arqueológico de época romana más importante de Marruecos. Fue declarado Patrimonio Universal por la Unesco desde 1997.

A nosotros nos encantó porque Volubilis es un lugar totalmente evocador, no solo porque mantiene el trazado de sus calles principales y numerosos edificios, sino porque se encuentra situado en un enclave en el que la naturaleza nos rodea de forma espectacular. Especialmente en invierno, cuando los paisajes están inundados de verde.

¿Por qué deberías visitar este lugar y sus restos arqueológicos? La respuesta es simple: Volubilis te ofrece la oportunidad de viajar en el tiempo y experimentar la vida en una antigua ciudad romana. El buen estado en que se conserva permite que resulte sumamente fácil imaginar cómo fue la historia y el devenir cotidiano en la ciudad romana. Es un lugar donde puedes sentir la historia bajo tus pies y verla con tus propios ojos.

El yacimiento arqueológico de Volubilis ha preservado a lo largo de los siglos no solo los restos de las domus romanas que os he comentado anteriormente. Podemos contemplar los restos del Palacio Gordiano, de una magnitud espectacular dentro de la ciudad. También se eleva imponente ante nosotros el famoso Arco de Caracalla. Podemos pasear por los restos del foro, del que se mantienen parte de la basílica y restos de algún templo.

Los detalles de la vida cotidiana en la ciudad son visibles en las fuentes para el abastecimiento de agua y los restos del sistema de alcantarillado. Uno de los elementos más característicos de Volubilis es la presencia de innumerables mosaicos, notables no solo por su buen estado de conservación, sino también por la alta calidad de su manufactura.

Si planeas visitar Volubilis, te recomiendo que no te pierdas la visita a Meknes, una de las ciudades imperiales de Marruecos. Además, a poca distancia de Volubilis se encuentra la ciudad santa de Mulay Idris, que también merece una visita.” Qué ver en Volubilis/Oualili

Abu Simbel, Egipto

Javi y Carmen de Viajes y Rutas

Una de las maravillas del mundo que todo el mundo debería visitar es Abu Simbel, un conjunto arqueológico situado en el antiguo Egipto, compuesto por dos maravillosos templos que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Se encuentran en Nubia a orillas del lago Nasser y el faraón Ramsés II ordenó su construcción allá por el siglo XIII a. C.

Algo muy interesante sobre estos templos, que mucha gente desconoce, es que esta no es su ubicación original. Estos grandes templos fueron trasladados piedra a piedra a esta ubicación, para evitar que, tras la construcción de la cercana Presa de Asuán que originó el lago Nasser, quedasen sumergidas bajo sus aguas.

El sitio arqueológico de Abu Simbel está compuesto por dos templos, el primero y más grande de los dos es el Gran Templo de Ramsés II. Fue construido, entre el 1274 y 1244 a.C, y dedicado a las grandes deidades del Antiguo Egipto: Amón, Ra, Ptah y al propio culto de Ramsés, considerado también dios.

La fachada es impresionante, te reciben cuatro colosales estatuas que representan a Ramsés II, sentado con otras estatuas más pequeñas que representan a su esposa favorita Nefertari, su madre Tuya, y algunos de sus hijos. Y el interior no te dejará indiferente, una gran sala hipóstila sirve de recibidor para pasadizos y salas profusamente decoradas, que conducen a su santuario.

El templo de Nefertari, esposa favorita de Ramsés, se encuentra a pocos metros y también está excavado en la roca. Su fachada está decorada con grandes esculturas, cuatro de ellas representan a Ramsés II y dos a Nefertari con el vestido de Hathor, diosa a la que representa. Bajo estas grandes figuras, otras más pequeñas que representan a sus muchos hijos.

También una sala con grandes columnas distribuye el interior, tienen la cara de la diosa Hathor y de otras deidades y las paredes tienen gran cantidad de escenas muy bien conservadas.

Los templos de Abu Simbel son probablemente los más monumentales de Egipto, aunque es difícil medirlo por la cantidad de joyas del país. Lo que tenemos claro es que una visita a Egipto no sería completa sin visitar Abu Simbel.

Lalibela, Etiopía

Olga de My lifetime Journey

Las fascinantes iglesias de Lalibela en Etiopía

Lalibela, una ciudad sagrada en las tierras altas de Etiopía, ha atraído a peregrinos y turistas durante siglos.

Su principal atractivo son las 11 iglesias excavadas en la roca, las cuales fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.

Estas iglesias, que datan de los siglos X y XIII, comenzaron a construirse durante el reinado del rey Gebre Meskel Lalibela, un monarca ortodoxo que se inspiró en la Tierra Santa para crear una nueva Jerusalén en Etiopía.

Las iglesias, talladas en la roca basáltica de tono rojizo de las colinas cercanas a la ciudad, muestran diversas formas y dimensiones, evidenciando la destreza y creatividad de sus constructores.

Entre ellas destacan:

Biet Medhane Alem, es una de las seis iglesias que se encuentran en la parte norte del complejo. Esta iglesia es una reproducción de la Iglesia de Santa María de Sion en Aksum.

Biet Amanuel, también conocida como la Iglesia de Emmanuel, es la segunda iglesia más grande de Lalibela. Se encuentra en la parte sur del complejo y está cuidadosamente tallada en tres pisos. Cada piso presenta un estilo diferente de ventanas.

Biet Giyorgis:  con forma de cruz griega, también conocida como la Iglesia de San Jorge, es la más famosa de Lalibela. Se encuentra al oeste y separada de las demás iglesias.

Las dimensiones, decoración y la sobriedad del interior, junto con los altares y la presencia de monjes en muchas de ellas, nos hacen sentir como si fuéramos transportados a otra época.

Y, por si fuera poco, los peregrinos vestidos con túnicas blancas, realizan sus rezos en las diversas estancias, añadiendo aún más magia al lugar.

Es sorprendente que, hace casi mil años, en un entorno tan desafiante, se pudiera construir algo tan impresionante.

El simbolismo y la arquitectura de las iglesias

Cada una de estas iglesias talladas en la roca, tiene un propósito y significado específico, y se cree que fueron construidas para representar diferentes lugares sagrados en Jerusalén.

Los tres grupos en los que se dividen, de acuerdo a su ubicación, tienen una simbología particular: las iglesias del grupo noroeste simbolizan el Jerusalén terrenal, las del grupo sudoeste representan el Jerusalén celestial y Biet Giyorgis representa el arca de Noé.

Por otro lado, su construcción sigue siendo un misterio hasta el día de hoy. Aunque se cree que fueron esculpidas por miles de artesanos y trabajadores, no se sabe cómo lograron realizar semejante hazaña con las limitadas herramientas de la época.

Algunas teorías sugieren que utilizaron técnicas de tallado y excavación similares a las utilizadas en la construcción de las pirámides de Egipto. Otros creen que las iglesias fueron talladas por ángeles o incluso por el propio rey Lalibela con la ayuda divina.

Independientemente de cómo fueron construidas, el hecho de que estas iglesias hayan resistido el paso del tiempo es una prueba de la habilidad y dedicación de quienes las crearon.

Sychelles, África Oriental

Tomás de Viajero Crónico

Si el paraíso existe, debe parecerse bastante a lo que vi en Seychelles, un paraje exuberante en mitad del océano Índico compuesto por más de 100 islas.

Hay muchísimas cosas que ver en Seychelles, algo que sorprende a los que viajan a este destino idílico con el único objetivo de ver playas, sin embargo, es innegable que su costas albergan algunas de las playas más increíbles del planeta.

La isla principal es Mahé, donde se encuentra el  aeropuerto más importante del archipiélago y el nexo de conexión entre el resto de islas.

 Aquí hay playas encantadoras como la Beau Vallon o la Baie Ternay, pero por encima de todas sobresale la Anse Major, un paraíso con mayúsculas al que se llega a través de un camino de montaña con vistas alucinantes al océano. Este pequeño rincón escondido entre vegetación es uno de los más bonitos del país.

La segunda isla en importancia es Praslin, escarpada y con rincones fabulosos como la Anse Georgette, posiblemente una de las playas más bonitas del mundo. Aguas turquesas, arena blanca, rocas con formas sinuosas, palmeras que invaden el paraje y fauna marina por doquier. La experiencia de presenciar la puesta de sol en Anse Georgette es sencillamente alucinante.

En la misma Praslin se encuentra la Anse Lazio, más accesible que la anterior, pero con atractiva como pocas. Las clásicas rocas de las postales de Seychelles son las protagonistas, salpicadas entre un agua cristalina y una reluciente arena dorada. Es la playa más famosa de Praslin, por lo que no se puede viajar aquí sin pasar al menos media jornada.

Por último está la isla de La Digue, una joya, el gran tesoro de Seychelles. No hay vehículo a motor y su tamaño permite recorrerla a pie o en bicicleta. Sin embargo, su tamaño no impide que existan rutas que requieren de cierta resistencia, como la que conduce a la Anse Marron, un enclave maravilloso y solitario.

Otra ruta interesante es la que conduce hasta la Anse Cocos, una playa virgen flanqueada por enormes rocas de granito bañadas por un mar espléndido y cristalino. Anse Cocos es una de mis favoritas, podría haberme quedado allí toda mi estancia en la isla.

Queda la mejor para el final, ya que aquí también se encuentra la que los expertos calificaron en el último ranking de las mejores playas del mundo como la TOP 1, la Anse Source D’Argent, un paraje diminuto y exuberante, donde la vegetación da paso a una arena finísima y de color blanco impoluto, que se adentra hasta un mar de azul intenso. La estampa es idílica, aunque esa fama también ha traído consigo más gente. Sin embargo, un chapuzón en este pedacito del paraíso es del todo imprescindible si viajas a Seychelles.

Oriente Medio

Muy cerca de África, el exótico Oriente Medio, más concretamente a Jordania y sus tesoros como Petra, a los que Juan y Sandra de Hoy Viajamos, nos descubren caminando a través del Siq. 

Petra, Jordania

Juan y Sandra de Hoy Viajamos

Siempre hay lugares que, por situaciones de la vida, generan más entusiasmo por conocer. Eso mismo me pasó a mí con la ciudad de Petra. No puedo decir exactamente en qué año la vi por primera vez, pero recuerdo el momento preciso. Estábamos mi abuelo y yo comiendo un domingo; en la televisión estaban pasando una película de Indiana Jones, y mi abuelo era un gran seguidor de sus películas. De repente, al acercarse el final de la película, aparece “El tesoro de Petra”. Mis ojos se quedaron clavados en la pantalla, y mi mente dijo internamente: “yo tengo que ir allí”. No sabía ese niño pequeño de 7-8 años que casi 30 años después estaría caminando por El Siq y descubriendo esta maravilla poco a poco.

La llegada al Tesoro de Petra es posiblemente uno de los puntos más espectaculares de todo el planeta. Si bien es cierto que todo el complejo guarda puntos impresionantes, ese lugar en particular es único. Para quien no lo sepa, Petra es todo el complejo arqueológico compuesto por El Siq (acceso), El Tesoro (punto más famoso), teatro romano, tumbas reales, castillo y el Monasterio, al cual se llega después de un duro ascenso. Para conocer todos estos puntos necesitaréis al menos 2 días si los queréis explorar bien.

La ciudad de Petra data aproximadamente del siglo III antes de Cristo, aunque la fecha exacta no es clara. Se cree que el pueblo nabateo estableció allí una base para el comercio, y Petra se convirtió rápidamente en una ciudad próspera y rica. Con el paso del tiempo y las guerras, fue abandonada y no fue hasta 1812 que se redescubrió y poco a poco alcanzó fama mundial.

Consejo para los viajeros: si tenéis pensado conocer Petra y, en general, Jordania, la temporada perfecta es de enero a abril. Estos meses son los más fríos del país, pero así evitaréis los más de 40 grados que puede alcanzar el desierto. Si queréis más información sobre Petra, podéis consultarla aquí: Que ver en Petra

Grecia

Si dejar el Mediterráneo, viajamos con Carmen de La bitácora, a la isla griega con forma de media luna, Santorini, producida por la estruendosa explosión del volcán Thera en el 1.615 Antes de Nuestra Era.

Santorini, Akrotiri, Islas Griegas

Carmen de La Bitácora

Santorini es un lugar único de aguas cristalinas, callejuelas estrechas, casas blancas e iglesias de cúpulas azules.
Su forma de media luna se debe a la gran explosión del volcán Thera en el año 1.615 Antes de Nuestra Era, que la partió en dos, emergiendo las islas de Néa Kaméni y Palaiá.  

Durante la construcción del Canal de Suez en Egipto, se utilizó piedra volcánica de Santorini del antiguo volcán de Thera, y gracias a ello en la cantera se descubrió el yacimiento a diez kilómetros de Thira. Se llamó como el pueblo más cercano: Akrotiri.

Acrotiri fue una ciudad muy desarrollada de una Civilización Perdida de la Edad del Bronce, que quedó sepultada bajo 40 metros de piedra pómez, lava y ceniza, 1000 años antes que la napolitana Pompeya.
Hace 5.000 años, en Acrotiri habían casas de cuatro alturas, con sistemas de agua corriente, calefacción y desagüe con cañerías de arcilla conectadas al alcantarillado de las calles, la ciudad minoica es Patrimonio Mundial de la Humanidad.

La visita al parque arqueológico de Acrotiri es un recorrido circular en el que los paneles y monitores informativos te van explicando como era la vida en la ciudad, en la que vivieron artesanos, agricultores, pescadores y expertos navegantes que ya conocían las fuertes corrientes del Mar Egeo.
Los objetos encontrados en el yacimiento de Oriente y Occidente, como las vajillas y el menaje del hogar, demuestran la existencia de una red comercial en el Egeo con Creta, la actual Grecia Continental, Egipto, Chipre o Siria.
En Acrotiri los alimentos se guardaban en vasijas, utilizaban vajillas, comían pan, quesos, y bebían vino y zumos. Utilizaban mesas de tres patas y se sentaban en sillas con respaldo.

Parte del recorrido se hace sobre una tarima de madera descendente o ascendente dependiendo de la parte del recorrido que se visite, bordeando la prehistórica ciudad, es accesible a personas con movilidad reducida. En otra parte se puede pisar una calle y observar las casas de cerca. Las calles estrechas estaban pavimentadas, habían construcciones públicas, plazas y edificios que tenían hasta cuatro alturas. En la planta baja estaba el almacén o el taller conectado por una escalera interior. En la primera planta estaban los dormitorios en los que se dormía en camas y también el baño. Las habitaciones estaban adornadas con frescos de vivos colores, pinturas murales y muebles, e incluso algunas casas disponían de agua corriente.

Teniendo en cuenta que en nuestras ciudades el sistema de alcantarillado es relativamente reciente… no sorprende nada que para muchos La Atlántida sea Acrotiri.
Si deseas más información puedes leer mi visita a Acrotiri una ciudad de la civilización minoica, una de las maravillas imprescindibles del mundo.

Italia

Proseguimos hacía Italia, más concretamente a la Ciudad del Vaticano, acompañados de Carmen y José Luis de Viajefilos, que nos van a hacer un interesante recorrido por los Museos del Vaticano y sus tesoros.

Museos del Vaticano

Carmen y José Luis de Viajefilos

Las maravillas de los Museos Vaticano

 En viajefilos somos muy amantes de la naturaleza, de esos paisajes que te dejan boquiabierto. También nos volvemos locos con la comida, nos gusta probar nuevos sabores cuando viajamos. Y, por supuesto, amamos la cultura y el arte en todas sus facetas. En definitiva, nos apasiona viajar y conocer.

Cuando pensamos en escribir acerca de un lugar imprescindible, de esos que al menos hay que visitar una vez en la vida, de inmediato nos vinieron a la cabeza los museos vaticanos.

Los museos vaticanos encierran tanto en tan poco espacio que resulta difícil fijar la mirada en un solo rincón. Seguro que tienen muchísimo más escondido.

Por destacar, no nos podríamos perder las estancias del maestro Rafael, la sensibilidad de sus trazos y la perfección de sus proporciones. Y pensar que a pesar de los 16 años dedicados al trabajo encargado por Julio II para sus habitaciones, nunca llegó a verlas terminadas.

Tampoco podríamos pasar por alto la escalera de Bramante, el mejor efecto óptico hecho realidad. De un colaborador estrecho de Leonardo da Vinci que otra cosa podría esperarse. Si bien mal llamada escalera por no tener escalones, resulta totalmente hipnótica.

Y para terminar por todo lo alto: las pinturas de la Capilla Sixtina. Solo imaginar a Miguel Ángel allá arriba manejando el pincel con tal maestría, eriza la piel por completo. Siete años de trabajo que nos muestran el Juicio Final a ojos del artista. Y pensar que realizó el trabajo a regañadientes. Hoy día, el lugar más importante del catolicismo, donde se celebra el cónclave y la elección de los nuevos Papas.

Cuatro consejos rápidos para tu visita a los museos Vaticanos:

● Hacer la reserva on line con antelación en la web oficial. Vale la pena pagar los pocos euros de más por llegar y saltar las colas. La página no es precisamente intuitiva y solo permite el italiano e inglés. Es muy arriesgado ir sin reserva.

● Aprovechar las previsiones climáticas para hacer la visita un día de lluvia o mucho calor, es muy buena idea.

● Ir con tiempo. El conseguir el ticket y encontrar el punto de entrada es francamente complicado entre la amalgama de gente que se acumula. No es buena idea confiar en el transporte público para llegar.

● La visita con desayuno es 100% recomendable. Un buen buffet servido en uno de los patios interiores (en la Cortille della Pigna) donde serás un afortunado disfrutándolo.

Por supuesto hay demasiadas maravillas juntas como para que “solo sea una vez en la vida”. Los museos son ese lugar al que siempre hay que volver.

20 lugares imprescindibles que todo viajero debería visitar. Segunda parte